Título: ¿Los caracoles tienen boca?

  Autor: Marcos Rodríguez Saborido

  Editorial: Chiado

  Fecha de publicación: Mayo de 2016

  Nº de páginas: 140

  ISBN: 978-989-51-6913-9

*Sinopsis*

Álvaro está solo y no le encuentra sentido a nada. Blanca es excesiva y adora la vida por encima de todo. Ambos consumen drogas, pero por motivos muy diferentes. Esta historia nos habla sobre dos jóvenes extremistas que se destruyen el uno al otro en una amistad enfermiza, pasional y con inevitable final trágico.

  *Autor*

Marcos Rodríguez Saborido nace en Sax (Alicante) en 1993. Desde pequeño le interesan las artes pero es a los catorce años cuando decide que quiere ser escritor, tras ganar un concurso realizado en su instituto.

Hasta la fecha ha publicado cuatro relatos y una novela, El Hombre que Atrapaba las Nubes, que decidió autoeditar.

A los diecinueve años se muda a Valencia para estudiar fotografía. Ahora desarrolla diversos proyectos artísticos mientras continúa escribiendo y trabaja en su próxima novela.

*Opinión personal*

Decidí leer este libro porque me lo recomendó Chicasombra. Pensaba que el tema principal que se basa en adolescentes con problemas de drogas iba a ser más profundo…

Se trata de las historias de Álvaro y Blanca, dos adolescentes muy diferentes pero con una cosa en común: las drogas. Álvaro es un chico muy triste y amargado, no tiene motivo para levantarse del sofá porque no le interesa nada que le pueda ofrecer el mundo. Tiene una vida desordenada, monótona y sinsentido. En cambio Blanca es una chica risueña, con ganas de vivir, a su manera pero al fin y al cabo quiere vivir. Las sustancias que la acompañan lo hacen muy intensamente. El libro nos muestra la rutina de estos dos chicos, cómo se conocen y se unen para compartir un vicio común. Se genera una “amistad” que se basa en estar todo el tiempo juntos pero que acaba en una autodestrucción progresiva. Álvaro crea una obsesión hacia Blanca igual de enfermiza que las drogas que consume, la necesita para vivir o mejor dicho para sobrevivir.

Se trata de un libro cortito pero la verdad es que se me ha hecho bastante largo. La trama es muy cotidiana y no tiene puntos de suspense ni sorpresa para engancharte. Los personajes no me han hecho empatizar con ellos. Es cierto que te deja una sensación bastante amarga.

Alexandra