El cuaderno de Ale
diciembre 24, 2020
Ha
sido un año lleno de aprendizajes. Es mi primer año de oposición y con esta
situación en la que se ha desarrollado ha sido una experiencia increíble. Creo
que nos ha fortalecido en muchos aspectos. Me he visto todo el tiempo pendiente
de un hilo, como si estuviera colgada de una cuerda y cambiase de tamaño para
sujetarme. A veces subía con todas mis fuerzas y tocaba el cielo, lo veía,
podía llegar y rozarlo. Otras veces caía en picado, me estrellaba, y me hacía
pedazos… Pero me propuse que si caía era solo para coger impulso. Tenía que
hacerlo. Me quedaba ahí sentada observando la mochila que iba cargando pero sin
fuerzas. No pasa nada. Te levantas, y duele, pero lo haces con dolor. Porque una
vez una persona muy sabia me dijo: Ale el día que no te duela nada, es que no
has entrenado bien. Así que ya le puedes dar caña. Y así lo hice. Para entrenar
y estudiar esta oposición dejas muchas cosas de lado, aparte de que este año ha
sido especial para todos, en general es así. En mi caso necesito el contacto
con la naturaleza para seguir, es como respirar, algo que no puedo dejar de
hacer. Aquel sitio al que vas cuando ya no puedes más, pues la montaña te lo da
sin pedir nada a cambio. Tú no le ofreces nada y ella te da su magia y su aire
puro para que puedas llenarte de energía y te la lleves contigo. Me quedo con lo que me he
llevado por el camino, que entre muchas otras cosas es descubrir la fortaleza
que tiene uno mismo, que se convierte en algo que va cogiendo mucha fuerza
cuando se trata de un sueño, lo persigues hasta quedarte sin aliento. Reconozco
que me ha sido duro, que esos kilómetros que recorría diariamente en los que me
quedaba sin respiración, con calor, con frío, con cansancio y arrastrando un
bloqueo mental me han hecho dudar, temblar y derramar más de una lágrima pero
en ti está seguir o abandonar. Que esa barra me esperaba en muchas ocasiones
para subirme a ella y temblar para conseguir más de un minuto. La mente en esos
momentos te juega malas pasadas y a veces te dice que "TÚ NO ERES
CAPAZ", que has soñado demasiado grande y que estás persiguiendo una
sombra que no vas a poder alcanzar. Pero ahí estás tú para hacerle frente con
cada paso que das, cada esfuerzo, cada madrugón, cada agujeta. No soy una
persona de visualizar porque me da miedo que luego no pase como lo había
previsto y me duela mucho la caída. Pues estaba equivocada, hay que disfrutar
del proceso porque el resultado sea el que sea te ha formado como persona. Te
ha enseñado tantísimas cosas que ni las ves posándose en ti. A veces corremos
demasiado para conseguir algo que deseamos y nos volvemos ciegos con las cosas que
pasan alrededor mientras.
No
soy quién para dar consejos, pero quiero compartir con vosotros lo que una va
descubriendo:
Disfrutar,
y aprender de los pequeños detalles que la vida os va dejando… Esos son los
importantes, de verdad.
0 comentarios
¡¡Gracias por tu comentario!!